El conflicto de 2014 entre Rusia y Ucrania tomó por sorpresa a muchos observadores. La anexión de Crimea por parte de Rusia y su apoyo a los separatistas prorrusos en el este de Ucrania provocó sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, lo que reprimió el acceso de Rusia a los mercados de capital y obligó a algunas empresas rusas a vender participaciones en empresas no rusas. Esto hizo temer que el impacto se extendiera a otros mercados emergentes con una exposición significativa a Rusia, como Perú. Pero el impacto en Perú ha sido mínimo hasta ahora. Esta publicación de blog analiza cómo el conflicto ha afectado la inflación, los tipos de cambio y los flujos de inversión en Perú.

El conflicto entre Rusia y Ucrania y Perú

Las relaciones internacionales entre Rusia y Ucrania tienen una larga historia de tensiones, con importantes conflictos que se remontan a principios del siglo XX. El conflicto actual comenzó en febrero de 2014, cuando Rusia se anexionó el territorio ucraniano de Crimea. Rusia lo justificó alegando que estaba protegiendo los derechos de los rusos étnicos que vivían en la región. La mayoría de los países rechazaron esta justificación, calificando la anexión como una toma ilegal de territorio y una violación del derecho internacional. Rusia no tardó en intensificar el conflicto apoyando a los separatistas prorrusos en el este de Ucrania.

Impacto en la inflación

El sector más afectado por el conflicto ha sido la agricultura. El socio comercial más importante para la agroindustria peruana es Rusia, que importa el 40% de los alimentos y productos agrícolas del país. La inflación en Perú se aceleró significativamente en 2016, y los analistas atribuyeron la mayor parte del aumento al impacto del conflicto en Rusia. El conflicto desencadenó un aumento de los precios mundiales de los alimentos, y el debilitamiento de la economía rusa provocó la caída de la demanda y los precios de los productos agrícolas en ese país. La mayor parte del aumento de la inflación se debió a la subida de los precios de los alimentos, aunque otros sectores, como el del gas y la electricidad, también experimentaron una subida de precios. Desde que comenzó el conflicto, la inflación en Perú ha pasado del 2,8% en 2014 al 6,3% en 2016.

Impacto en la moneda peruana

El conflicto entre Rusia y Ucrania ha tenido un impacto significativo en el tipo de cambio del sol peruano, la moneda nacional del país. El sol se ha depreciado un 16% frente al dólar estadounidense desde que comenzó el conflicto, en parte debido a que Perú es uno de los mayores exportadores de minerales a Rusia. El grado en que el conflicto afecte a las exportaciones de minerales depende de la medida en que se contraiga la economía rusa, así como de la medida en que aumente la demanda de minerales en China como sustituto parcial de las importaciones rusas. El gobierno espera que el conflicto afecte a la producción de minerales en Perú de forma limitada, ya que no se espera que la desaceleración de la economía rusa sea significativa.

Impacto en los flujos de inversión

El conflicto entre Rusia y Ucrania ha tenido poco efecto en los flujos de inversión hacia Perú. El atractivo de Perú como destino de las inversiones no está relacionado en gran medida con el conflicto en Rusia. Sin embargo, ha provocado un ligero aumento del interés de los inversores por los bonos del Estado peruano. Como resultado del conflicto, el rendimiento de estos bonos ha aumentado, proporcionando a los inversores una rentabilidad ligeramente superior a su inversión. La calificación de la deuda soberana de Perú no se ha visto afectada por el conflicto.

Conclusión

El conflicto entre Rusia y Ucrania ha tenido hasta ahora un impacto limitado en Perú. El impacto más significativo ha sido en la inflación, que se aceleró en 2016 debido al aumento de los precios de los alimentos. El valor del sol peruano también ha caído significativamente como resultado de la disminución de la demanda de minerales. El conflicto no ha tenido un impacto significativo en los flujos de inversión hacia Perú, y el país mantiene su calificación de deuda soberana.