Iniciar una vida profesional en el área del derecho es un tanto cuesta arriba, si nos ponemos a ver el panorama general de plazas de trabajo en esta profesión, hay pocas oportunidades en las dependencias públicas así como en las empresas y bufetes privados para iniciar tu propia oficina de abogados. 

La cantidad de egresados en esta carrera cada vez es mayor y no hay suficientes oportunidades en el mercado laboral para cubrir esa demanda, por lo que la mayoría de estos profesionales termina ejerciendo cualquier oficio fuera de su área. 

La oportunidad de tener una oficina propia de abogados puede ser la mejor opción para esos estudiantes próximos a titularse. Aquí te mostraré algunos consejos útiles para iniciar en este sector. Vamos por ello. 

En primer lugar, debes aprender técnicas de venta. Aunque suena raro, esto es importante a la hora de independizarte, pues ya tienes el conocimiento que necesitas y lo que sigue es adquirir destrezas para conseguir clientes. 

Recuerda que la abogacía es un servicio y como todo servicio se debe vender, porque la experiencia por sí sola no te garantiza que lleguen clientes a tu despacho. Así que desde el primer contacto que haga tu cliente debes brindar seguridad para que sienta la confianza de contratar tus servicios. 

Cuando logras convencer a tu cliente de que eres la persona idónea para resolver su caso, entonces el trabajo de ventas está hecho, lo que sigue ya lo sabes, porque para eso estudiaste muchos años. Entonces la clave está en marcar la diferencia en esa primera asesoría, para que el cliente prefiera quedarse en tu bufete. 

El segundo consejo para iniciar una oficia de abogados se trata de los recursos y las herramientas que necesitas para hacer tu trabajo. Seguramente estarás pensando en que lo primero que necesitas es una oficina, sin embargo, hay cosas más importantes para poder prestar tus servicios. 

Las herramientas que van a potenciar tu trabajo, son una computadora con gran capacidad de memoria, una impresora con gran volumen de impresión, esta última es imprescindible para ahorrar en copias e impresiones que serán primordiales en este sector. 

También es importante invertir en tu imagen como abogado, ya que tú serás el que va a vender los servicios y siempre debes dar una buena impresión. Considera usar ropa formal y poco llamativa, para establecer una relación de confianza desde el primer contacto. 

Otro recurso que debes aprovechar son los diplomados, postgrados o cursos de formación. No debes quedarte solo con tu título de abogado, porque reforzar esos conocimientos te abre más puertas, sobre todo si te especializas en una o varias ramas de la abogacía. 

El tercer consejo es posponer el pago de renta por una oficina si tus ingresos no te lo permiten, porque si empiezas con deudas que no puedes cubrir, es probable que más adelante tengas que cerrar la oficina. 

Una idea es citar a tus clientes en un café o restaurantes, existen muchos sitios en los que puedes llevar una conversación tranquila con tu cliente. El auge de los trabajos freelance esta idea es una opción y ya no se ve tan mal. 

Pero con el tiempo es posible que vayas a necesitar una oficina porque vas a ir aumentando gradualmente la cantidad de clientes. 

El cuarto consejo es que cualquier trabajo que tomes debes hacerlo en el menor tiempo posible. Si no tienes mucha experiencia en ese caso, lo más recomendable es que acudas a alguien que te brinde una asesoría aunque eso signifique compartir tus ingresos. Al final estarás ganando conocimiento y eso te servirá para casos similares. 

Reputación en este sector es muy importante, por ello no des falsas ilusiones a tus clientes, porque no gozarás de buen prestigio y te conocerán más por un abogado que vende ilusiones a uno que dice la verdad. 

Es muy común escuchar a las personas expresarse mal de los abogados, parece una costumbre y en parte es responsabilidad de algunos que no han sabido ejercer con honestidad su profesión. Por ello, siempre debes ser claro con el cliente y enfrentarlo con la realidad. 

De esta manera vas a generar una base de clientes leales que reconocerán el valor de tu trabajo y seguramente te van a recomendar.