Trabajar desde casa puede parecer un sueño, pero en realidad no siempre es tan agradable. Puede que nos guste nuestro espacio y nuestra soledad, pero puede costar acostumbrarse si no se planifica cuidadosamente cómo se va a trabajar desde casa. El primer paso es, obviamente, disponer de una oficina virtual; después de todo, la mejor manera de garantizar la productividad y no distraerse con otras cosas es mantener el espacio de trabajo separado de todo lo demás. Trabajar desde casa con una oficina virtual no es para todo el mundo, pero para los que podemos hacerlo funcionar, puede ser una herramienta inestimable en nuestras herramientas profesionales.
Obtener una oficina virtual
Lo primero que hay que hacer es encontrar un espacio de oficina virtual si aún no lo tienes. Puedes alquilar una oficina virtual por unos meses, o por más tiempo, si eres capaz de comprometerte con ese periodo a largo plazo. Es importante encontrar un lugar que se adapte a ti. El entorno físico de una oficina virtual también es importante. Quieres poder mantener tu espacio de trabajo limpio, quieres poder tener privacidad cuando la necesites y quieres encontrar un espacio que tenga una conexión a Internet que no te ralentice demasiado. No todas las oficinas virtuales son iguales. Hay muchos proveedores de oficinas virtuales, pero la mayoría de ellos tienen las mismas características básicas: un entorno básico basado en la web que puedes utilizar para crear un espacio de oficina virtual. Sin embargo, hay algunos proveedores que ofrecen más. El primero es que puedes utilizar su aplicación móvil para acceder al espacio de la oficina virtual en tu teléfono, lo que es útil si tienes mucho trabajo que hacer sobre la marcha. La segunda es que muchas oficinas virtuales le permiten utilizar herramientas de audio y videoconferencia. Esta es la mejor manera de asegurarse de que puede comunicarse con sus clientes o empleados, pero tiene sus inconvenientes. Uno de ellos es que consume mucho ancho de banda, por lo que corres el riesgo de que tu conexión se corte si la oficina virtual consume demasiado ancho de banda. La otra es que puede distraer, ya que tienes que ser consciente de que no estás sólo en un espacio digital, sino también en un lugar del mundo real.
No trabajes desde casa
Muchas personas deciden trabajar desde casa y se sorprenden cuando las cosas no funcionan. Por supuesto, es estupendo no tener que desplazarse al trabajo ni lidiar con el tráfico de la hora punta, pero es importante recordar que trabajar desde casa tiene sus contrapartidas. No tienes la misma presión social para ser productivo que en una oficina porque todo el mundo está en el mismo espacio. También hay que tener en cuenta el tiempo, porque no se puede dejar escapar nada si se quiere mantener la vida normal fuera del trabajo. Si decides trabajar desde casa, intenta evitar la trampa de trabajar de 8 de la mañana a 6 de la tarde. Cualquiera que lo haya hecho sabe que es poco probable que consiga hacer mucho en ese horario. Además, intenta trabajar todos los días a la misma hora porque es el único momento en el que es probable que consigas hacer algo.
Sé productivo con las herramientas adecuadas
Cuando trabajas desde la comodidad de tu casa, tienes la oportunidad de utilizar todo tipo de herramientas que te ayuden a ser más productivo. Hazte con un ordenador de buena calidad, una conexión Wi-Fi fiable, una silla cómoda, una conexión a Internet fiable y algún software que te ayude a trabajar. Lo único que no debes hacer es adquirir demasiadas herramientas porque suelen acabar desordenando tu espacio de trabajo. Por lo tanto, encuentra el equilibrio adecuado entre las herramientas que te ayudan a sacar el máximo provecho de tu jornada laboral y las que desordenan el espacio y hacen que tu jornada laboral sea menos eficiente. Un sistema fiable para organizar tus tareas, planificar con antelación tu carga de trabajo y hacer un seguimiento de tu progreso puede marcar toda la diferencia del mundo. Puedes utilizar una herramienta como Asana para ayudarte a organizar tus tareas, comunicarte con tu equipo y estar al tanto de tu trabajo. Para planificar con antelación, puedes utilizar una herramienta como Omnifocus para no sentirte abrumado por toda la carga de trabajo.
Crea una rutina y cúmplela
Si quieres trabajar desde casa, es importante tener una rutina. Trabajar desde casa puede ser un maravilloso descanso de la rutina de 9 a 5, pero también puede ser estresante si no sabes cómo afrontarlo. En primer lugar, tienes que saber qué tipo de jornada vas a tener. ¿Vas a trabajar de 9 a 5? ¿De 9 a 6? ¿De 9 a 7? ¿Cuándo se espera que te vayas? ¿Cuándo se espera que vuelvas? Conocer toda esta información te ayudará a tener una mejor experiencia de trabajo, ya que es más fácil desenvolverse cuando sabes lo que vas a hacer. También es importante saber cuándo vas a trabajar. No querrás estar sentado en casa, viendo la televisión y sintiendo que no estás haciendo nada.
Conclusión
Trabajar desde casa puede ser una experiencia maravillosa, pero sólo si estás dispuesto a hacer algunos ajustes en el camino. Cuando trabajas desde casa, tienes que ser consciente de tu tiempo y tienes que estar preparado para lidiar con las distracciones. Puede costar un poco acostumbrarse, pero puede ser una experiencia maravillosa si estás dispuesto a hacer los ajustes necesarios para que funcione.
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